Tarta Sacher
Es una tarta de chocolate típica de Austria. Consiste en dos planchas gruesas de bizcocho de chocolate y mantequilla separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate negro por encima y los lados. El chocolate que cubre la tarta permite que se conserve durante períodos largos. Tradicionalmente, se suele acompañar de nata montada (crema chantilly).
Fue inventada en 1832 por Franz Sacher, entonces joven aprendiz de repostería, para deleitar a un selecto grupo de invitados del príncipe Klemens Wenzel von Metternich. Tras pasar 16 años trabajando en Bratislava y Budapest, Sacher volvió a Viena y abrió una tienda de delicatessen y vinos. Eduard, el hijo mayor de Franz Sacher, fue aprendiz de repostero en la confitería vienesa Demel. Allí empezó a confeccionar la tarta de su padre en la forma que hoy se conoce. En 1876 fundó el Hotel Sacher, todavía hoy existente, y comenzó a vender la Sachertorte. Tras la muerte de Eduard Sacher, su esposa Anna continuó regentando el hotel. La propiedad de la receta fue motivo de disputas legales a mediados del siglo XX entre los herederos de Sacher (dueños del hotel) y la pastelería Demel. La justicia dictaminó que el hotel tenía derecho a comercializar el dulce con el apelativo de Original Sacher-Torte, mientras que Demel debía hacerlo como Eduard Sacher-Torte.
RECETA:
En un bol, y con una batidora eléctrica de varillas, bate la mantequilla con el azúcar. Incorpora una a una las yemas de los huevos sin dejar de batir. Funde el chocolate, déjalo templar e incorpóralo. Mezcla la harina con las almendras y agrégalas a la crema anterior con movimientos envolventes. Utiliza una varilla manual. Incorpora las claras a punto de nieve suavemente.
Unta un molde (de base desmontable) con mantequilla y espolvórealo con harina. Vierte la mezcla y hornea a 175ºC durante 10 minutos. Baja la temperatura a 165ºC y hornea durante 30 minutos más. Deja templar y desmolda.
A continuación corta la tarta en dos capas y extiende la mermelada de albaricoque en la inferior. Tápala con la otra capa de bizcocho.
Funde el chocolate, agrega la mantequilla, disuélvela y agrega nata líquida. Cubre la tarta Sacher y decórala con un poco de nata montada.
Antes de servir, introdúcela en el frigorífico para que el chocolate se endurezca.
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