jueves, 25 de octubre de 2018

Red Velvet o Terciopelo Rojo

 El Red Velvet Cake o Terciopelo Rojo, una popular tarta rodeada de un gran misterio. Sin embargo, lo que sí está claro, sea cual sea su origen, es que este pastel, con su icónico tono rojo, se ha convertido en uno de los imprescindibles en la repostería nupcial actual, del día de San Valentín y en algunos otros países para el día de las madres.

   Sus inicios están fechados entre finales del siglo XIX y principios del XX. Hay quien atribuye la receta y su difusión al Hotel Waldorf Astoria, y una clienta enfadada que se dedicó a propagar la “fórmula secreta” del Red Velvet para vengarse de una factura de hotel demasiado alta. Autores como McGee indican que el color rojizo del pastel se debe a una reacción química entre el vinagre o buttermilk que suele llevar la receta y el cacao. Otros autores señalan que durante la Segunda Guerra Mundial, debido al racionamiento de alimentos, se preparaban bizcochos con remolacha, que sería la culpable del color rojizo.  Por otro lado, hay quien sostiene que el nombre de red velvet (terciopelo rojo) en realidad se debe únicamente a que se usaba red sugar (brown sugar, azúcar moreno) en su elaboración y que el pastel nunca fue rojo, hasta que durante la Gran Depresión un fabricante de colorante alimentario con ingenio comenzó a vender paquetes de colorante rojo que incluían la receta que ahora mismo se ha hecho tan popular en EE.UU.

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Receta:

Ingredientes de la tarta o bizcocho:
125 gr de mantequilla
280 gr de azúcar
3 huevos pequeños
280 gr de harina de trigo
1 y 1/2 cucharada de cacao en polvo
275ml de Buttermilk (para ello mezclamos 270ml de leche y 1 y 1/2 cucharadas de vinagre blanco o de zumo de limón)
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada de extracto de vainilla
Colorante rojo en Gel (mi favorito es la marca Wilton o la marca de su preferencia)


Ingredientes del Frossting:
75 gr de mantequilla
130 gr azúcar glass
250 gr de queso crema a temperatura ambiente
1 cucharada de extracto de vainilla (preferiblemente incoloro)


Preparación del Bizcocho:
Para facilitar el proceso de desmoldado puede forrar la base del molde con papel parafinado y luego enmantequillarlo y enharinarlo también puede usar papel de aluminio.
1. Precalentar el horno a 180°C.
2. Preparar la buttermilk. Para ello mezclar la leche con el vinagre blanco o zumo de limón y dejamos reposar unos 10 min. Notaremos que la textura se tornará un poco como leche cortada y algo más espesa, pasados los 10 min mezclamos con una cuchara y listo.
3. En un bowl tamizar: harina, cacao, sal, bicarbonato de sodio y polvo de hornear y mezclar bien.
4. Mezclar la buttermilk con el extracto de vainilla y colorante hasta obtener un color rojo intenso y uniforme, la cantidad puede variar en función de la marca que utilice. Para esta receta recomiendo los colorantes en gel ya que con poca cantidad obtendremos colores fuertes/intensos que es lo que se quiere.
5. En otro bowl colocar la mantequilla batir un par de minutos hasta cremar, posteriormente agregar el azúcar y continuar batiendo unos cinco minutos más.
6. Agregar uno a uno los huevos y seguir batiendo.
7. Incorporar alternadamente los polvos que mezclamos en el paso3 y los líquidos del paso4. Batir hasta obtener una mezcla uniforme.
8. Dejar reposar el bizcocho un par de horas en un lugar fresco y rellenar cuando se hayan enfriado por completo.

Preparación del Frosting de Queso Crema:
1. Batir la mantequilla  unos minutos hasta cremar. Incorporar el azúcar glass y  extracto de vainilla y continuamos batiendo.
2. Agregar el queso crema a temperatura ambiente y batir lo justo para que este se haya incorporado por completo.
Rellenar y cubrir la torta con el frosting.
 Este frosting al estar hecho a base de queso es muy delicado. Por ello si la tarta no se consume ese mismo día debes guardar o almacenar la tarta en la nevera.
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jueves, 18 de octubre de 2018

Baklava

La historia del baklava se remonta a la antigua Mesopotamia. Se cree, sin embargo, que los asirios, cerca del siglo VII a. C., fueron los primeros en colocar unas pocas capas de masa de pan junto a nueces trituradas entre esas capas, añadiendo un poco de miel y horneándolo en sus hornos de madera primitivos. Esta temprana versión del baklava se cocinaba sólo para ocasiones especiales, siendo de hecho considerado históricamente una comida para las clases acomodadas hasta mediados del siglo XIX. En el siglo XV, los otomanos conquistaron Constantinopla, expandiendo sus territorios a gran parte de los antiguos territorios asirios y al reino Armenio por completo. Por cuatrocientos años, desde el siglo XVI hasta la declinación del Imperio otomano en el siglo XIX, las cocinas del Palacio Imperial Otomano en Constantinopla, se convirtieron en el cenit culinario del Imperio. Vryonis, mencionados en los Deipnosofistas, como baklava y lo llama un "favorito Bizantino".

La elaboracion de este pastelse realiza:


En un bol, mezcla los frutos secos picados (nueces y pistachos) con la canela y el azúcar. Reserva.
Coge un molde con bordes altos (tipo cortapastas) y unta el interior con la mantequilla fundida. Extiende encima dos hojas de pasta philo. Úntalas con un poco de mantequilla y de tahín. Añade una porción de la mezcla de frutos secos, azúcar y canela. 
Coloca encima 2 hojas de pasta philo y repite el proceso hasta terminar con los ingredientes, finalizando con 2 hojas juntas de pasta philo untadas con mantequilla.
Marca las porciones con una espátula. Hornea a 180ºC durante 30-45 minutos. 
Para el almíbar, pon a cocer durante 3 minutos el agua, la miel y las cáscaras de naranja y limón.
Cuando el pastel esté listo, sácalo del horno y rocíalo con el almíbar.
Lo dejaremos reposando durante 24 horas.

jueves, 11 de octubre de 2018

Tarta Sacher

 

Tarta Sacher

 Es una tarta de chocolate típica de Austria.​ Consiste en dos planchas gruesas de bizcocho de chocolate y mantequilla separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate negro por encima y los lados.​ El chocolate que cubre la tarta permite que se conserve durante períodos largos. Tradicionalmente, se suele acompañar de nata montada (crema chantilly).

​ Fue inventada en 1832 por Franz Sacher, entonces joven aprendiz de repostería, para deleitar a un selecto grupo de invitados del príncipe Klemens Wenzel von Metternich. Tras pasar 16 años trabajando en Bratislava y Budapest, Sacher volvió a Viena y abrió una tienda de delicatessen y vinos. Eduard, el hijo mayor de Franz Sacher, fue aprendiz de repostero en la confitería vienesa Demel. Allí empezó a confeccionar la tarta de su padre en la forma que hoy se conoce. En 1876 fundó el Hotel Sacher, todavía hoy existente, y comenzó a vender la Sachertorte. Tras la muerte de Eduard Sacher, su esposa Anna continuó regentando el hotel. La propiedad de la receta fue motivo de disputas legales a mediados del siglo XX entre los herederos de Sacher (dueños del hotel) y la pastelería Demel. La justicia dictaminó que el hotel tenía derecho a comercializar el dulce con el apelativo de Original Sacher-Torte, mientras que Demel debía hacerlo como Eduard Sacher-Torte.  

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 RECETA:

 

En un bol, y con una batidora eléctrica de varillas, bate la mantequilla con el azúcar. Incorpora una a una las yemas de los huevos sin dejar de batir. Funde el chocolate, déjalo templar e incorpóralo. Mezcla la harina con las almendras y agrégalas a la crema anterior con movimientos envolventes. Utiliza una varilla manual. Incorpora las claras a punto de nieve suavemente.
Unta un molde (de base desmontable) con mantequilla y espolvórealo con harina. Vierte la mezcla y hornea a 175ºC durante 10 minutos. Baja la temperatura a 165ºC y hornea durante 30 minutos más. Deja templar y desmolda.
A continuación corta la tarta en dos capas y extiende la mermelada de albaricoque en la inferior. Tápala con la otra capa de bizcocho.
Funde el chocolate, agrega la mantequilla, disuélvela y agrega nata líquida. Cubre la tarta Sacher y decórala con un poco de nata montada.
Antes de servir, introdúcela en el frigorífico para que el chocolate se endurezca.

jueves, 4 de octubre de 2018

Tarta Paulova

Tarta Paulova es un tipo de postre elaborado de merengue denominado así en honor de Anna Pávlova (dicen que la bailarina visitó Nueva Zelanda y en su honor surgió este postre, homenajeándola con su nombre).Según escribe el biógrafo de la bailarina, cuando ésta se encontraba en su gira mundial de 1926, durante su estadía en Nueva Zelanda, el chef del hotel donde Ana Pavlova se hospedaba inventó este postre para sorprender a la bailarina.

 Es un pastel crujiente por fuera y muy cremoso y ligero por dentro. Los habitantes de Nueva Zelanda y los de Australia han reclamado por igual la propiedad de la receta para si.

 Consiste en una base de merengue sobre la cual se pone nata, y trozos de fruta, no faltando los frutos rojos. Resulta crujiente por fuera y húmedo por dentro. El postre pavlova es una receta muy tradicional en ambas culturas. Frecuentemente se lo relaciona con la primavera y el verano pero se come durante todo el año, más que nada en celebraciones especiales o en días feriados

.El único misterio que tiene la pavlova es el merengue, que es un merengue francés con algo de almidón de maíz. El merengue debe quedar crujiente por fuera, pero suave por el centro, con una consistencia similar a la de las nubes de chuchería. El merengue se puede preparar con cierta antelación, pero hay que añadirle la nata montada y la fruta fresca en el último momento ya que podrían humedecerlo y fastidiar la consistencia.

Ingredientes:

  • 3 claras (90-110 g)
  • El doble del peso de las claras en azúcar
  • 1/4 cucharadita de cremor tártaro (o unas gotas de limón)
  • 1 cucharadita de vinagre
  • 1 cucharada de almidón de maíz (maicena)
  • 350 ml de nata líquida para montar
  • Fresas limpias al gusto
Elaboración
El merengue:
Batir las claras de huevo a punto de nieve. Añadir, poco a poco, el azúcar glas. Añadir el vinagre y espolvorear la maicena. Recubrir luego una placa de horno con una hoja de papel sulfurizado y precalentar el horno a 80ºC. Poner el merengue en el centro del papel en forma de montaña y, con una cuchara de metal, extender formando un círculo. Ahuecar el centro haciendo un nido. Hornear a 80ºC durante 2 horas, hasta que esté duro. Sacar del horno y dejar enfriar.
El relleno:
Batir la nata con una batidora eléctrica y añadir, poco a poco, el azúcar a velocidad media hasta que esté montada. Poner la nata montada en una manga pastelera con una boquilla rizada y cubrir el nido de merengue con la nata montada.
Presentación:
Decorar la tarta con las moras, el fresón, la frambuesa, los arándanos, las grosellas y una hoja de menta. Espolvorear con azúcar glas y servir rápidamente


Fuentes: https://www.vix.com/es/imj/gourmet/6818/origen-del-postre-pavlova.
               https://www.marialunarillos.com/blog/2014/03/receta-de-pavlova-clasica.html
               https://es.wikipedia.org/wiki/Pavlova_(alimento)